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Depósito de ponencias, discusiones y ocurrencias de un grupo de profesores cosmopolitas en Jaén, unidos desde 2004 por el cultivo de la filosofía y la amistad, e interesados por la renovación de la educación y la tradición hispánica de pensamiento.

domingo, 28 de febrero de 2016

SOLIDARIDAD CON LOS EXPLOTADOS




Traducción, Ana Azanza 

"A los hombres les divierte escenificar la humillación"

Vincenzo Capodici
Die Welt: Crisis de Europa, Guerras, caos de los refugiados, racismo, terror, ataques sexuales. El mundo se deshace y Ud exige una nueva lucha de clases. Nos debe una explicación.
Slavoj Žižek: No me refiero a estúpidas y pasadas de moda ideas de la izquierda, no me refiero al comunismo. Si queremos hacernos cargo de los problemas actuales, necesitamos solidaridad con los explotados y oprimidos de este mundo. Sobre todo hemos de cambiar las reglas de juego en las relaciones económicas internacionales y terminar con los juegos geopolíticos en las regiones que están en crisis que son la base y fundamento del terror y del exilio. En las sociedades modernas vivimos bajo una especie de cúpula de cuyo bienestar social se ven excluidos la mayoría de los seres humanos. En Europa estamos viviendo la afluencia de los refugiados de la guerra y de los migrantes de los países pobres y arruinados. Esos hombres y mujeres intentan alcanzar el bienestar que se disfruta bajo nuestra cúpula. Los refugiados son el precio del capitalismo global, cuya dinámica desatada destruye la vida y los espacios culturales y sustituye a los estados. El exilio de esas personas, como el terror, es un síntoma de la nueva lucha de clases.


Nichts hören? Nichts sehen? Nichts sagen? Vor allem Letzteres entspricht nicht den Gewohnheiten des slowenischen Philosophen Slavoj Žižek
¿No ver?, ¿no oír?, ¿no hablar?, Slavoj Zizek no callaFoto Mat Carr


Die Welt: ¿Cómo explica Ud los ataques de inmigrantes a mujeres en Colonia y en otras ciudades alemanas?
Slavoj Žižek: Entre los refugiados que vienen de países árabes hay muchos jóvenes totalmente desorientados. Se ven pillados en una situación de envidia y odio. Un odio que no es más que la expresión del frustrado anhelo de una vida cómoda en Occidente. Las brutalidades contra los débiles, en este caso las mujeres constituyen una conocida conducta de los desamparados: quieren perturbar el orden social y herir el sentimiento general de bienestar. Los acontecimientos de Colonia recuerdan al carnaval cuando se infringen muchas reglas de la convivencia. En ese sentido la noche de Año Nuevo fue un obsceno carnaval de desvalidos.

Die Welt: ¿Qué papel tuvo el motivo sexual en esos ataques?
Slavoj Žižek: No se trata simplemente de la satisfacción sexual de hombres jóvenes hambrientos. Eso lo podrían haber satisfecho de otra manera, a escondidas, fuera de la luz pública. Esos hombres se divirtieron escenificando un gran espectáculo de horror y humillación, en el que las mujeres de la privilegiada Alemania se vieron arrastradas a una situación de doloroso desvalimiento a las que molestaron y de las que abusaron. Esa carnavalesca rebelión de los  desamparados no tiene nada de satisfactorio ni de emancipatorio. Es criminal e inaceptable. 


Slavoj Žižek gilt als einer der international wichtigsten Intellektuellen
Foto Ulf Andersen, Slavoj Zizek, uno de los intelectuales más valorados internacionalmente

Die Welt: Con los refugiados llegan muchos hombres que no son integrables y que causan problemas. ¿Cómo puede Europa gestionar este asunto?
Slavoj Žižek: Nuestra tarea es dejar claro a esas personas que no vamos a tolerar una conducta de odio ni agresiones que busquen venganza. No tenemos que explicárselo porque saben muy bien lo que han hecho, han herido voluntariamente nuestra sensibilidad. Quien no respete nuestros valores no tiene nada que buscar entre nosotros. “La corrección política“ o el afán de querer comprender característico de la izquierda no debe conducirnos a admitir que se vulneren los derechos de las mujeres y su integridad. 

Die Welt: Hablemos de la crisis de los refugiados. Europa parece enfrentarse a una exigencia exagerada. ¿Cómo juzga Ud. la política europea con respecto a los refugiados?
Slavoj Žižek: Europa puede y debe hacer más. No se trata de abrir las fronteras como dicen muchos en la izquierda por un sentimiento de culpa. La empatía no basta. Hemos de ocuparnos de que el flujo de refugiados llegue por rutas controladas. Algo así como los centros de acogida en los países vecinos de Siria, también en Libia. Europa tendría que utilizar a los militares para ello, como en las catástrofes naturales. En los centros de acogida se ha de decidir qué refugiados pueden seguir el viaje y adónde. Lo peor son las situaciones caóticas, como las que hemos visto el año pasado. La mayoría de los refugiados no son una amenaza para Europa. Pero el caos de los refugiados sí lo es. 

Die Welt: ¿Qué amenazas ve Ud. para Europa?
Slavoj Žižek: El peligro mayor está en la radicalización de los propios europeos que está en marcha desde hace tiempo. En Francia tenemos el Front National, Pegida y AfD en Alemania. También en otros países crecen las tendencias de extrema derecha y los populismos de derechas. La izquierda radical se aprovecha del caos de los refugiados. En caso de que Le Pen y compañía lleguen al poder, Europa ya no será como la hemos conocido y como queremos que sea.  

Die Welt: ¿A qué Europa se refiere?
Slavoj Žižek: A la Europa del universalismo de la Ilustración, de los derechos del hombre y de los derechos humanos, de la solidaridad, de la economía social y del estado social. Europa tiene que estar orgullosa de sus logros y tiene que defenderlos con decisión. Europa tiene que exigir a los musulmanes que llegan que respeten esos valores europeos. Los derechos de las mujeres por ejemplo no están a disposición. Y tenemos el derecho y el deber de establecer fronteras al islamismo. 

Die Welt: Habla Ud de la defensa de una cultura Europea. ¿Cómo se relaciona esa posición con su crítica radical al capitalismo?
Slavoj Žižek: El modelo europeo está amenazado por dos tipos de capitalismo, ambos son antidemocráticos. Por una parte tenemos el radicalismo fundamental del mercado de procedencia norteamericana, por otra el capitalismo asiático-autoritario, como se practica sobre todo en China. Europa tiene que defender con fuerza sus valores. El capitalismo de Europa incluye la unión de las libertades individuales y el Estado social. Europa tiene algo que ofrecer al mundo. Nunca fue Europa tan importante como hoy. En caso contrario un escenario de horror amenaza al mundo, que Hollywood ha representado de modo divertido en películas como  "The Hunger Games" o "Elysium". En "Elysium" por ejemplo hay un pequeño grupo de superricos y privilegiados mientras el resto de la humanidad se va a pique.

Die Welt:  ¿No es demasiado simplificar atribuir toda la responsabilidad del mal al capitalismo como hace Ud.?
Slavoj Žižek: No quiero hablar mal del capitalismo  por principio. Pero el capitalismo global es cada vez más antidemocrático, no reconoce los estándares sociales y sigue una lógica valorativa inhumana. El Congo es el perfecto ejemplo de lo que digo. Es un país integrado en el capitalismo global pero se puede decir que es el país más violento y que no tiene un Estado que funcione. En el Congo los señores de la guerra hacen negocios muy lucrativos con empresas occidentales, hay explotación, miseria y niños soldado. El capitalismo global no puede garantizar sus promesas de libertad. El llamado tratado de libre comercio TTIP no concierne sólo a las empresas. Pero el comercio injusto no es la única causa de la miseria, la anarquía y la guerra, también lo es la intervención militar occidental en los países en crisis.

Die Welt: Por tanto critica Ud la intervención militar de la coalición liderada por Estados Unidos en la guerra contra el Estado Islámico  (IS). ¿Cuál sería la alternativa para vencer al califato?
Slavoj Žižek: No es nada original decir que no existiría el Estado islámico si los americanos no hubieran intervenido militarmente en Irak. Supuestamente lo tiene que saber el ex presidente responsable de la intervención George W. Bush. Los bombardeos no han traído nada bueno, más bien al contrario. También lo hemos visto en la intervención occidental en Libia. Y lo mismo vale hoy para Siria. Habría que ejercer presión sobre Turquía y Arabia Saudí. Si esos dos países, que juegan un doble juego, dejaran de apoyar al IS, el califato caería en tres o cuatro meses. En la llamada guerra contra el terror se libran otras batallas. Las grandes potencias y las potencias regionales persiguen sobre todo sus propios intereses geopolíticos.

Die Welt: ¿En qué medida es la guerra de Siria un conflicto de las religiones respecto de las culturas?
Slavoj Žižek: Parecería que así son las cosas porque en este conflicto intervienen los poderes occidentales y Rusia. Pero en la guerra de Siria tenemos en primera línea un choque dentro de una cultura, una cultura islámica. La mayoría de las víctimas del estado islámico son musulmanes. El estado islámico mata a sunitas moderados y sobre todo a los chiítas. Para el estado islámico Irán es su mayor enemigo al mismo nivel que Occidente.

Die Welt: ¿Cómo interpreta Ud los ataques terroristas de París?
Slavoj Žižek: El mensaje de este terror del ES no era precisamente aterrorizar a Europa, saben perfectamente que Europa reaccionará a los ataques. Más bien se trata de abrir un cortafuegos en las sociedades europeas. Los terroristas tienen el objetivo de fomentar en Occidente las tendencias islamófobas, con la esperanza de que la islamofobia creciente sirva para radicalizar y militarizar a los musulmanes europeos. El estado islámico quiere arrastrar a su lado a los musulmanes. A los musulmanes moderados que se sienten a gusto en Occidente no les llama nada el estado islámico.

Die Welt: Las causas del terror y también de la huida de los refugiados están según Ud en el capitalismo global. ¿Qué debería hacerse? ¿A quién exige Ud que actúe?
Slavoj Žižek: Los estados cada uno por su lado no pueden hacer nada de provecho. Hace falta una reacción de acuerdo en la sociedad internacional, como la que ocurrió a raíz de los atentados de París. Tengo mis dudas de que efectivamente se haya producido ese acuerdo. Fundamentalmente los estados occidentales  y los demás estados líderes tienen que emplearse a fondo en atacar las causas económicas del terror y de la salida de refugiados. La causa principal de la emigración está en el capitalismo global y sus juegos geopolíticos. La crisis de los refugiados no afecta sólo a Europa, en el mundo entero hay 60 millones de personas refugiadas. Es urgentemente necesario un capitalismo humano. Está mal decir esto, pero quizás necesitamos una gran crisis de refugiados, guerras y más terror para despertar de una vez.

Die Welt: Es Ud muy, muy pesimista.
Slavoj Žižek: A corto plazo soy pesimista, sí. No veo ningún político que trabaje seriamente en buscar soluciones duraderas. Tampoco veo gobiernos que estén dispuestos a impulsar una solidaridad global con los desheredados y desposeídos, los explotados del capitalismo. Para Europa los peligros son reales. Existe la amenaza de la desaparición del proyecto europeo de la emancipación democrática. No digo que se haya perdido todo. Pero si no hacemos nada, estamos perdidos de verdad. 

Die Welt: ¿Cómo puede Europa despertar como dice Ud?
Slavoj Žižek: No lo sé. Sólo sé que la crisis política en Europa no es más que una reproducción de las crisis. Lo vimos en el caso de Grecia. Todos saben que Grecia jamás podrá devolver sus deudas. Sin embargo no hemos cambiado las reglas del juego, sino que nos hemos limitado a producir nuevas ilusiones. En 3 ó 4 años tendremos nuevamente una gran crisis griega.



1 comentario:

redhead dijo...

<>

No, no existe ese proyecto. Nos hemos unido para sobrevivir en la absoluta previsión de un mundo que será más que injusto.


Marjane Satrapi, Persépolis, cine de animación. ¿la has visto? otra que no se enteraba de nada, al principio. Por suerte, al menos, somos personas libres de vivir en una teocracia.